jueves, 7 de marzo de 2019

De "turisteo" por Funchal...

12 de febrero de 2019

Las fotocopias que trajimos preparadas de Zaragoza con las excursiones y visitas imprescindibles de la isla, las hemos ido llenando de cruces a medida que visitábamos lugares... Las únicas hojas que siguen limpias son las referidas al "que ver en Funchal".
Una de las numerosas puertas pintadas en rua da Santa María
Hoy, último día en Madeira, nos quedamos en la ciudad. Vamos a callejear, a ver aquello que todas las guías recomiendan, sí, pero también a perdernos, a meternos en tiendas y por supuesto, a tomarnos un vermut en cualquier terraza al sol. Tenemos muchas cosas que ver y nos lo vamos a tomar con tranquilidad así que, mientras desayunamos, nos organizamos el día.
Vista de rua da Carreira desde nuestro balcón.
Praça do Município, a tres minutos de nuestro apartamento.
Mercado Dos Lavradores 
Habíamos estado varias veces, siempre por la tarde. Pero por la mañana hay mucha más actividad. 
Los puestos más abundantes son los de frutas, que resultan un deleite para la vista, especialmente los de productos autóctonos. También resulta muy entretenida la lonja, donde verás entre muchos otros, el pez espada tan popular en la cocina de Madeira pero que nada tiene que ver con el que llega a los mercados de España.
Está situado en la entrada a la Zona Velha, muy cerca de la rua Santa María.
Sábado tarde y domingos, cerrado.
Mercado dos Lavradores
Gran surtido de frutas tropicales
Pescateros en acción, por la mañana.
El famoso pez espada de Madeira.
Catedral de Funchal
Curiosa mezcla de estilos combinados con el mudéjar del techo. 
Es bonita aunque, como catedral, esperaba más.
Entrada libre.

Teleférico do Monte
En el Parque Almirante Reis, junto al paseo marítimo. En unos 15´ sube hasta Monte, superando un desnivel de unos 550 m. Allí, puedes visitar los Jardines Tropicales, la iglesia de Monte (con la tumba de Carlos I de Habsburgo, muerto por tuberculosis) y el inicio del famosísimo descenso de Carreiros, que consiste en un recorrido de 2 km por las empinadas calles, sentados en un carro de mimbre dirigido por 2 carreiros, ataviados con camisa y pantalón blanco y sombrero de paja. El viaje vale 25 €  una persona, 30 € si sois dos y 35 € si sois tres. En varias esquinas os harán foto para que luego la compreis... El descenso termina a 1 km de Funchal y allí os esperarán un montón de taxis pero se puede seguir andando tranquilamente, siempre de bajada.
Horario del teleférico: de lunes a domingo desde las 9 hasta las 17:45.
Precio por persona: 11 € ida y 16 € ida y vuelta
Una curiosidad: como era de imaginar, el teleférico no es el único medio para llegar hasta Monte.
Sube también un autobús, creo que la línea 22 pero mejor que os aseguréis. Vale unos 2 €.
Eso no se lo dicen a los turistas... Yo, si lo hubiera sabido antes, cogería el autobús y pasaría de pagar el teleférico. Ahí lo dejo 😉.
Carreiros en acción.
Los fuertes carreiros esperando a los clientes.
Iglesia de Monte
Teleférico Monte - Jardín Botánico
El trayecto, que comienza en el Lago Babosas (Monte), dura apenas 8´ y termina en la entrada del Jardín Botánico. Si no vas a visitar el Jardín, no merece la pena que lo cojas.
Horario del teleférico: de lunes a domingo desde las 9 hasta las 17
Precio por persona: 8.25 € ida y 12.75 € ida y vuelta
Hay precios especiales combinando los dos teleféricos e incluso incluyendo la visita al Jardín.
Teleférico de Monte
Zona Velha
Es el casco viejo de Funchal. Tanto de día como de noche es una zona con mucho encanto, repleta de tiendas y espacios de arte. La calle Santa María se caracteriza por los locales que tienen su puerta decorada con pinturas de distintos artistas. Por eso y por estupendos restaurantes que suelen ofrecer música en vivo. No nombro ninguno, elegid vosotros. Pero quiero aclarar algo sobre el "Sabor a Fado" que en muchas páginas describen como "barato" y "aire cutrecillo". Eso sería antes, porque buscando un sitio para cenar me acerqué a leer la carta y me dejaron asomarme al local. Es un restaurante pequeño y parece que lo lleva una familia pero está arreglado y ni es barato (precios como los demás) ni cutrecillo y además cobra suplemento las noches que hay espectáculo.
Los portales pintados se entremezclan con restaurantes

Bolo do caco. Tradicional pan de patata untado con mantequilla de ajo. 
Paseo Marítimo
Desde el Forte de Sao Tiago, junto a calle Santa María, hasta el hotel y museo de Cristiano Ronaldo, en pleno puerto de Funchal, muy cerca de la zona donde se concentran los hoteles.
De extremo a extremo se disfruta de un agradable paseo junto a restaurantes y bares que montan las terrazas frente al mar, mientras contemplas los barcos de recreo y los ostentosos cruceros que cada día amarran en puerto.
Cruceros atracados en Funchal.
Avenida marítima.
Forte de São Tiago
Praça da Autonomía
Si te ha gustado, puedes ver las demás excursiones 
pinchando en la foto.
https://cuandobajelsol.blogspot.com/2019/02/resumen-viaje-madeira.html

martes, 5 de marzo de 2019

Larano - Boca Do Risco - Larano. Porto Da Cruz. Machico

11 de Febrero de 2019
La última de las excursiones pues el día siguiente lo queremos dedicar enteramente a visitar Funchal. La vereda de Larano a Boca do Risco era un descarte pero nos sorprendió, como no podía ser de otro modo, y es que en Madeira ¡no puede haber descarte!
Vereda do Larano
La ruta parte desde el final del camino de Larano (Ruta desde Funchal) hasta la Boca do Risco, donde ya estuvimos el segundo día en la isla, recorriendo una vereda horizontal al océano sobre los acantilados. En un principio pensamos que podría ser algo peligrosa por su estrechez y porque al ser norte, en febrero apenas recibe el calor del sol y el suelo podría estar resbaladizo. Afortunadamente, está protegida y aunque las vistas son espectaculares, no entraña mayor peligro si vas con un mínimo de cuidado. Tras 1h 15' llegamos hasta Boca do Risco. La vuelta la vamos a hacer remontando la montaña y recorriendo un bonito bosque de laurisilva. El camino cruza un pequeño llano y va subiendo hacia el S.O. Algún tramo se acerca a los cortados para que podamos disfrutar todavía más de las vistas. Debemos estar atentos en las inmediaciones del Pico do Furado, porque en un momento dado (1h 45') abandonaremos la senda y cogeremos otra a nuestra derecha que desciende ligeramente hasta dar con el final de una pista. Recorremos cómodamente ésta hasta que llegamos a un merendero con mesas y sillas de madera (2h 15'). Dejamos la pista para seguir por una senda que discurre casi paralela a la primera. El bosque es precioso y se camina fácilmente. La senda desemboca de nuevo en la pista junto a una casa (2h 30'). Cogemos una senda que arranca en unas escaleras y seguimos por ella en un continuo sube-baja, por medio de una vegatación exuberante, todavía más si cabe, dejándonos prendados a cada paso que damos. Llegamos de nuevo a otro merendero (3h 30') situado a la revuelta de una pista. Ascenderemos unos metros a nuestra derecha por una senda antes de empezar el vertiginoso descenso. El track que hemos subido lo hemos catalogado de dificultad media, precisamente por el descenso del sendero. El camino está bien marcado, pero baja con bastante inclinación y con el suelo húmedo. Discurre entre bosque, pero se entrevé el acantilado. La inclinación se modera y, ya muy cerca del fin de la excursión, poco antes de llegar al coche, pasaremos junto a unos huertos (4h 10'). Es el momento de tomar esa cervecita que encontramos debajo de un asiento en el coche, poco antes de empezar, y que con buen ojo, metimos a refrescar en la canal que riega los huertos.
Las vistas que nos van a acompañar hasta llegar a Boca do Risco.
Uno de los entrantes en la montaña.
Al fondo, los salientes de Pedra Furada.
La senda es ancha y cómoda.
En algunas zonas hay una sirga en el lado exterior a modo de quita miedos.
Echamos la vista atrás. Se adivina el corte de la senda en la montaña.
Llegando a Boca do Risco
Comenzamos la ascensión
Nos podemos asomar
Cogemos un desvío a la derecha.
Jugando al escondite mientras recorremos la pista
Otro momento en que la pista nos ofrece despejadas vistas al océano.
Merendero de madera. Cogemos aquí una senda paralela a la pista.
Alargamos algo más que por la pista , pero merece la pena.
Cogemos de nuevo una senda.
El bosque es precioso.
Otro merendero antes de hacer una pequeña subida...
... y empezar el descenso.
La caída intimida.
Llegando al final de la circular.
El trak de la vuelta a Larano y Boca do Risco:

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Después de la excursión matinal, por la tarde tenemos tiempo para bajar con el coche a Porto da Cruz, conocido por sus viñedos y por ser acomodo para bañistas (cuenta con piscina natural) y surferos. En esta época se encuentra todo muy tranquilo. Cogemos el coche de nuevo y nos vamos a Machico para conocerlo un poco más a fondo, pasear por sus calles, tomar algo en una terraza y andar descalzos por su pequeña playa.
La estrelicia, la flor de Madeira. Porto da Cruz dominado por Penha d´Aguia
Larano, lugar por donde ha discurrido la excursión de la mañana.
El océano, algo picado, levantaba sus aguas sobre el paseo.
Iglesia parroquial de Porto da Cruz, reemplaza a la demolida Nossa Senhora de Guadalupe.
Cementerio de Porto da Cruz
Machico. Los característicos taxis de Madeira junto a la iglesia de la Conceião
Paseo 25 de Abril
Jugando al dominó. ¡Con qué fruición tiraban las fichas!
La playa de Machico. Encima, el Pico do Facho.
La playa desde el espigón.
Merecido y reconfortante paseo por la playa.
Si te ha gustado, puedes ver las demás excursiones 
pinchando en la foto.
https://cuandobajelsol.blogspot.com/2019/02/resumen-viaje-madeira.html