miércoles, 22 de mayo de 2019

Peña Roya

28 de abril de 2019
Hoy, jornada de elecciones generales, hemos sido poco previsores al no pedir el voto por correo. Así que necesitamos una excursión no muy larga y en la que no se nos vaya mucho tiempo en el desplazamiento. Tenemos que llegar a Zaragoza, tranquilamente, antes de las 8 de la tarde.
Subiendo al portiello de Exetro.
Tras desayunar tranquilamente en Hoz de Jaca, transitamos por la pista casi hasta el entorno de la estación invernal de Panticosa. A pie de coche ya estamos con los esquíes puestos y tras un breve foqueo, ya tenemos a la vista el final del telecabina. Aquí el sol ya empieza a calentar y la nieve se va transformando. El jueves hubo una buena nevada y, entre el viernes y el sábado, se ha producido un montón de aludes en las laderas norte del Sabocos que han ido purgando la montaña recordándonos lo catastrófico que puede ser analizar a la ligera sus peligros. Llegamos tranquilamente hasta el ibón de Asnos para superar los contrafuertes que dan a éste. Desde la lejanía, su visión impresiona por la caída al ibón, pero yendo un poco hacia la ruta normal al Sabocos y girando después un poco a la derecha, entramos en el pequeño circo, que nos lleva hasta la base de Peña Roya. Nos acercamos hasta una de sus canales con la grata sorpresa de encontrarnos la nieve muy tratable, lo que nos permite subir, con cortas vueltas María, la canal con los esquíes puestos hasta la cumbre de Peña Roya con 2573 mts. No se le ocurrió a nadie continuar por el cordal hasta la cercana Peña Blanca, así que ya tenemos un asunto pendiente por el que volver.
Saliendo a la vertiente de la estación.
Laderas norte del Sabocos, barridas por los aludes.
Hacia la muralla norte del todavía helado ibón de Asnos
Bloques de nieve caídos sobre el ibón.
Dejamos el ibón de Asnos a la derecha
Las murallas las evitamos por su parte Este.
Camino natural hacia el Sabocos.
En perfecta sintonía.
El verde detrás.
Entramos en el circo.
Cortados que unen Peña Parda con Peña Sabocos
En busca de la canal.
Marcando bien la traza
Taponamos la canal
Al sur, ya no queda nieve.
Foto de cumbre
Si pudimos foquear de subida, aún mejor vamos a esquiar la canal de bajada. Entramos en ella y con giros cortos la descendemos. Rápidamente pasamos a esquiar la amplitud de la pala que baja del Portiello para entrar en las laderas norte del ibón de Asnos, que a esas horas, con el sol, ya se habían transformado, ofreciéndonos los giros más disfrutones de la jornada.
Enrique propone bajar directamente a los coches por la Ribera Estatiecho, así que una vez en el sur del ibón de Asnos, ponemos pieles para alcanzar los escasos 60 mts de desnivel que nos separa del cuello del Bozuelo. Quitamos pieles y vamos perdiendo altura de manera moderada descendiendo la Ribera Estatiecho, para girar un poco a la derecha alcanzando el cordal Suroeste que viene del Mandilar y podernos tirar en busca de la pista donde tenemos aparcados nuestros coches.
Saliendo del estrechamiento de la canal.
Nieve algo pesada en la pala
La nieve, a partir de aquí, de maravilla...
Atrás dejamos Peña Parda.
Bajando al ibón de Asnos
Rodeamos el ibón de Asnos y ponemos pieles...
... para alcanzar el cuello de Bozuelo.
Bajamos hacia la Ribera Estatiecho con Telera al fondo.
Sobre el cordal del Mandilar bajando directamente a los coches
Perdí la señal del GPS y no me grabó la ruta, aunque la he trazado a mano alzada.
En azul, subida. En rojo, descenso.

domingo, 21 de abril de 2019

Pic d'Anie desde la Contienda

31 de Marzo de 2019
El Anie, casi siempre reconocible desde la lejanía, es hoy nuestro objetivo. 
La ascensión completa nos llevará tanto tiempo como el que pasemos en el coche, desde casa hasta el punto de salida si, como es nuestro caso, vives en Zaragoza.

Más rato montado en el coche que subido a los esquíes. Así que lo primero será elegir bien la carretera por la que vamos a conducir, aunque las tres horas de coche no te las quita nadie. Para la ida, elegimos pasar por el Somport, ya que hemos quedado con Enrique a las 8:15 para tomar un pincho en Canfranc. La cocina del bar estaba cerrada así que nos quedamos con las ganas y tuvimos que conformarnos con café y croissant. Pensándolo bien, tuvimos suerte. La sucesión interminable de curvas por la angosta carretera por la que íbamos a circular, era mejor afrontarla con el estómago no muy lleno.
Una alternativa que nos comentaron y que no he probado, es ir hasta Arette. Es más largo, pero la carretera es mucho mejor.
Por fin llegamos a la Contienda, donde hay una curva helicoidal, que tenía curiosidad por ver.  En esta especie de scalextric hay un aparcamiento donde dejar los coches y allí mismo se encuentra La Contienda, donde se practica el esquí nórdico y es comienzo de nuestra excursión.
Llevábamos 10' de foqueo por las pistas, cuando Ignacio tiene que volver. Se ha dejado las cuchillas. Son pasadas las 11 de la mañana y somos los últimos, pero eso iba a cambiar, porque Enrique pone la directa y los demás, casi con la lengua fuera, le seguimos. Dejamos las pistas de esquí de fondo y subimos hasta el collado de Pescamou, junto al pico de Arlas. Desde aquí, ya vemos a lo lejos el Anie, así que la cosa consiste en trazar una larga diagonal, sin apenas hacer vueltas María, hasta colocarnos en la base del pico. Desde lejos, por su forma piramidal, la cara Sur impone respeto, pero conforme nos vamos acercando, se vuelve más amable y se aprecian sus posibles riesgos. Hemos alcanzado a los que nos preceden y en la parte final nos juntamos mucha gente. Se nota que es un pico muy popular y, por ello, la técnica de la gente es de lo más variada. En la parte final y con algo de tensión, paso a crampones, ya que las focas las llevaba totalmente sueltas. Nos ha costado 2h 30' y tan sólo 900 mts de desnivel.
Una pareja de raqueteros junto a las desiertas pistas de esquí nórdico
Llegando al collado de Pescamou
Junto al pico de Arlas
Allí tenemos nuestro objetivo, que trato de acercar con ayuda del zoom de la cámara.
La realidad sin zoom es bien distinta...
El foqueo se desarrolla por zonas amplias y sencillas.
¡Vaya pirámide...!
Ignacio. Unos metros más adelante, Enrique.
Irremediablemente perdemos 20 mts de desnivel
Ya hemos girado para encarar la ascensión final. Dejamos a nuestras espaldas el pico Añelarra.
Tenemos que superar esa muralla rocosa.
Dos esquiadores buscando el mejor paso para el descenso.
Últimos metros para la cumbre.
Me presento, soy el autor de la crónica.
El descenso con nieve algo pesada en nuestro caso, se esquía con cuidado, buscando el mejor paso, como muestro tres fotos más arriba. Después, yendo hacia el Oeste, consiste en esquiar perdiendo altura con cabeza para optimizar la bajada.
¡Vamos que esperan!
Disfrutando la pala Sur del Anie
Allí atrás se queda el Pic d'Anie
Ya tenemos de nuevo a la vista el pico de Arlas.
Una vez en los coches, sacamos la mesa y disfrutamos sosegadamente de la comida antes de emprender el viaje de vuelta. Esta vez, decidimos bajar por el valle del Roncal, parando brevemente en el pueblo que le da nombre, para visitar el mausoleo del gran Julián Gayarre, considerado el mejor tenor de su época.


 El track de la ruta:

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jueves, 28 de marzo de 2019

Feniás Central

24 de Marzo de 2019
Cada vez madrugamos más y quedamos más pronto, y es que, temes quedarte parado por la caravana que algunos fines de semana se forma subiendo a Formigal y Panticosa. Extraño los tiempos en los que quedábamos en el Mi Casa de Sabiñánigo para salir almorzados antes de comenzar la actividad. La cosa ha ido rápida y a las 8:30h ya estamos en el Balneario. La explanada del refugio está a tope y es que debe de haber alguna competición... Entramos a tomar un café y la sorpresa del día: está Jesusín desayunando. Es el primer finde de esta temporada que se pone los esquís y se vendrá con nosotros!
Llegando a la cresta del Feniás. Justo detrás de Ángel e Ignacio, el barranco por el que bajamos erroneamente.
Enrique y José Luis llevaban idea de subir a los Arnales, pero hay mucho porteo y Segis, el guarda del refugio de la Casa de Piedra, nos recomienda el Feniás. Dice que de todos los que pasan de vuelta por el refugio, los que más contentos llegan vienen del Feniás. ¡Pues al Feniás!
Fuente de la Laguna - Mirador de la Reina.
Cruzando el primer "paraludes"
Remontamos el barranco de Argualas.
Vista de la entrada al tubo del barranco.
No hay mucho porteo, sólo hasta el primer "paraludes" que cruzamos para poner tablas (25'). En un momento estamos en la mallata baja y subimos hacia el fondo dejando el desvío a los ibones de Ordicuso a nuestra izquierda. Observamos como la subida a la mallata alta, por su orientación y por las pocas precipitaciones, está totalmente pelada de nieve. Me da la impresión de que la temporada de esquís no se alargará mucho...
Encaramos peña Gabarda y nos metemos en el tubo siguiendo la huella hecha. Es el desagüe natural del barranco. Se acumula gente atascada a la altura de un bloque, en medio, justo en lo más inclinado del tubo, el cual pasamos por su izquierda para llegar a un gran llano, superados los 2300 mts donde reagrupamos (1h 35'). Jesusín ha subido por la falda de peña Gabarda dando algo más de rodeo pero llegamos a la vez.
Enfrente hay una amplia pala que hay que superar sin complicaciones, salvo en el trazo de la horizontal final, que se encuentra un poco expuesto (2h 10'). Frente a nosotros, la cara Sur del Algas. Seguimos dirección N.O. para después girar a la izquierda para alcanzar por una franca pala la cresta del Feniás (2h 45'). Una vez en ella, caminamos hasta el Feniás Central (2h 50').

Barranco




Jesusín
Rubén y José Luis.
Retomamos la marcha.
Pala amplia.
Ignacio en la pala.
En la horizontal.

Reagrupando a la salida de la horizontal...
...y con buenas vistas al Algas.
Pendientes suaves
Entrando en la pala final.
Vista de la pala final desde arriba.
Último repecho a la cresta.
Al fondo, el collado de Feniás.
El trecho que nos separa de la cumbre.
Ignacio llegando. Atrás, la cresta del Feniás.
Foto de cima
Comemos algo y parece que nos entran las prisas, así que nos ponemos pronto de vuelta. En el descenso, tuvimos un pequeño despiste pues al terminar de bajar la pala cimera, nos metimos en un pequeño barranco sin salida al itinerario de vuelta. Pero con una pequeña diagonal y remontando unos metros a pie, conseguimos subsanar. Continuamos la bajada por el fondo del barranco. Por culpa de un descuido, no guardé ninguna foto del descenso 😕.


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