El valle de Pineta es, para mí, un sitio muy especial. Apenas me despegaba del cobijo familiar, así que, con 14 años, marchar de campamentos quince días en agosto marcaría un antes y un después. Hasta entonces, yo jamás había salido al monte y mucho menos había subido una montaña. Por eso, este valle encarna el “comienzo”, no sólo de mi pasión por las montañas, sino el comienzo de muchas historias emocionantes, vivencias compartidas y nuevas amistades, que hoy aún perduran.
Charrando con las chicas, ya llegando a Bielsa tras esta larga caminata, les conté, medio en broma medio en serio, que con esta ruta se había cumplido un sueño de juventud. Veréis... El campamento de los Montañeros Salesianos de Zaragoza se hacía en mitad del valle de Pineta, prácticamente bajo el pueblo de Espierba y una de las excursiones que se hacía era marchar a la Estiveta y el refugio de Montinier. Una vez aquí, mi mirada se dirigía a lo alto, hacia el Portiello, un collado a 2.067 mts . Bien es cierto que con posterioridad, ya de adulto, he subido al Perdido desde Pineta, a los Astazus, al Cilindro… pero éste es de los pocos sitios del valle que me quedaba por hacer pasados los años y por el que tenía una fijación especial.
Cabaña de Montinier y arriba ese Portillón inalcanzable...
Vi que Os Andarines de Aragón en el 2015 hicieron
Lafortunada – Bielsa pasando por el Portiello, y pensé que no estaría mal
hacerla por nuestra cuenta, así que se lo propuse a Belén. En principio, le
pareció mucho desnivel acumulado, pero comocasi siempre aceptó la propuesta y lo publicitó en su grupo de Divinas de las Montañas. A Berta e Inma les gustó la propuesta, también vendrían. Genial, porque así podíamos
hacer combinación de coches, ¡gracias Divinas!En el último momento, y algo engañada,se apuntó Laura, a quien por cierto, conocí en aquellos campamentos juveniles, y que nos acompañó hasta Tella y el Dolmen.
Berta y yo hemos ido a dejar un coche en Bielsa, mientras el resto, en Lafortunada, han empezado tranquilamente a caminar. Las alcanzamos antes de llegar a Tella. La senda va cogiendo altura en constantes
lazadas que la hacen más llevadera, pero aunque es temprano, el calor empieza a molestar. Enlazamos con un tramo de pista, para luego continuar ya por sendero hasta las primeras casas de Tella. Nos ha costado poco más de hora y media.
Iglesia de Sta María en Badaín, encima de Lafortunada.
Dejando un trozo de pista, volviendo a coger la senda hacia Tella.
Se nota que es época de vacaciones y el pueblo recibe las visitas de los veraneantes. Nosotros tenemos que continuar, así que seguimos las marcas rojas y blancas de GR para llegar a un abrevadero que se encuentra muy cerca del famoso dolmen. De aquí sale el sendero PR-HU 137 hasta Bielsa por los canales del Cinca, excursión que recomiendo hacer y de la que haré una entrada cuando tenga tiempo. Seguimos las señales por una pista de tierra hasta que llegamos al paso clave donde la GR se bifurca: una, la GR 19 que va hasta salinas y la otra (variante de la primera), la GR 19.1 que nos lleva hasta Bielsa por el Portillón y que es la que cogemos. La senda se introduce en el bosque y mientras vamos subiendo, notamos que nos vamos demasiado hacia el Este, pero no hay que preocuparse. Seguimos las marcas y salimos a una pista ya superado el bosque. Volvemos de nuevo a la senda que va cogiendo atajos a la pista. Las marcas de pintura están en muy buen estado (año 2016). El poco arbolado que quedaba, cambia por los erizones y las praderas. Pasamos cerca de algún refugio pastoril y un par de abrevaderos. En el más alto de ellos, el agua mana fresca y en abundancia. Ya sólo nos queda el último repecho, que se hace un poco más duro por los metros acumulados, hasta el Portiello (3 horas, con paradas para comer, desde el abrevadero de Tella).
Abrevadero (mes de julio, escaso de caudal) muy cerquita del Dolmen. Enfrente, el "tajo" que nos queda.
Llegamos al punto clave. derecha GR-19 a Salinas. Nosotros recto por la GR-19.1.
Perdemos la sombra del bosque. Ahora la senda discurre entre erizones y bojes.
Con el Castillo Mayor al fondo
Curiosa piedra. El collado ya más cerca...
La Pala Montinier
Buen momento para avituallar. Caudal abundante (mes de julio) de agua fresca.
Llegando al Portiello.
Foto en el Portiello.
Llegados al Portiello, estamos flanqueados a los lados por Peña Altura y el Gran Mallo y contemplamos al aur Cotiella, Punta Lierga, Peña Montañesa, Castillo Mayor y hasta el pantano de Mediano, que nos ha estado acompañando buen rato y al norte, frente a nosotros, Robiñera, La Munia, Fulsa, Suelza... Abajo ya veo la Estiveta y ¡¡la cabaña de Montinier!! (foto de cabecera). Por fin estoy en ese punto que tanto interés me despertaba 25 años atrás, cuando desde abajo me preguntaba qué habría al otro lado...
La senda empieza a bajar en zig zag entre el prado, para después seguir haciéndolo de manera más directa por lajas y pedreras. Las vistas son muy bellas. Mientras vamos bajando levantamos de vez en cuando la cabeza y disfrutar del circo granítico. En 45´ recorremos los 400 mts que separan el Portillón de la cabaña, que está limpia, pero la puerta, rota. Buscamos una sombra donde descansar y comer algo, para proseguir ya sin paradas hasta Bielsa (nos queda 1 hora y 600 mts de desnivel). Antes habremos tenido que continuar bajando por el barranco de Montinier hasta topar con una pista, que continuaremos a la derecha, hasta llegar a una borda, donde una senda y siempre siguiendo las marcas rojas y blancas de la GR 19.1, nos dejará en Bielsa.
Bajando por la ladera herbosa
Senda siempre bien señalizada (año 2016)
Luego más directo entre lajas y piedras.
Vista atrás
Llegamos a la cabaña de Montinier, buen lugar para comer.
Ya en la pista, el bosque nos deja ver Marboré. ¡Parece Alpes!
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