jueves, 28 de febrero de 2019

Porto Moniz, mirador de Santa y Santana.

8 de Febrero de 2019
Tercer día de andanzas por Madeira. Anoche decidimos intercalar ya en nuestro planing semanal alguna de esas jornadas que suponemos más tranquila. Así que cambiamos la vestimenta montañera por el pantalón vaquero. Hoy toca turistear, toca relax. Cruzaremos la isla para ir a la otra punta, a Porto Moniz, donde todo indica que se nos irá un buen rato con las fotos.

Piscinas naturales en Porto Moniz
No hemos madrugado tanto como otros días pero de camino al parking, aunque es temprano, ya se nota que también hoy será un día soleado y templado. Nuestro camino no discurrirá por bosques de Laurisilva o escondidas cascadas, no. Hoy nos va a dar el sol, y eso nos gusta. 
Desde Funchal llegamos a Ribeira Brava y de allí a São Vicente. Este trayecto es bonito y paramos varias veces a hacer fotos. Pero es a partir de São Vicente cuando la carretera se convierte en un gratificante mirador al mar. Comprenderéis que Ribeira Da Janela (2 km antes de Porto Moniz) es parada obligada en cuanto veáis asomar en el mar unas gigantescas formaciones rocosas. Cuando nosotros estuvimos, coincidimos solo con dos parejas pero aquello, en temporada alta, debe de ponerse de bote en bote porque hay un amplio aparcamiento gratuito e incluso un cuidado edificio con baños públicos.
Camino de Porto Moniz, paramos en Rosario.

Cascada Veu da Noiva (Velo de la Novia), en la antigua carretera de Seixal a São Vicente
Ya tenemos a la vista Porto Moniz
Ilheus da Ribeira Da Janela
Desde cualquier ángulo, muy fotogénicas...
En Porto Moniz, para ser febrero, se ve bastante movimiento de turistas. Nos llama la atención que no encontramos españoles por los sitios que vamos. Aquí hay algún francés, mucho inglés y 3 japonesas, que han alquilado un taxi y van de aquí para allá grabando todo, sacando incluso el brazo por la ventanilla...
Además de un helipuerto propio, sabréis que en Porto Moniz hay 2 zonas de piscinas naturales, que se llenan con el agua del mar. 
Las llamadas "de Cachalote" son libres (no están en un recinto cerrado), son gratuitas, y conservan el aspecto volcánico que las originó. Las otras, que dan fama al pueblo, están pavimentadas y puedes extender la toalla o colocar tumbonas de alquiler. Cuesta 1,5 € la entrada y si sales, tienes que volver a pagar para entrar. En invierno suelen están cerradas porque, como hoy, la fuerza del oleaje hace peligroso el baño.
Ambas están a lo largo del paseo marítimo, donde también hay una amplia oferta de bares y restaurantes para que pruebes los típicos platos de Madeira, especialmente aquellos cuyo protagonista es el pescado. 
Se está haciendo la hora del vermut. Entre foto y foto hemos echado un ojo a las terrazas mejor situadas. Esto de hacer turismo es muy cansado pero tomar una cervecita Coral junto al embravecido Oceáno Atlántico nos va a devolver el aliento...
Con las fuerzas recobradas, sentimos que es el momento de subir al mirador de Santa. Está situado a mitad de la carretera que sube hasta ese pequeño pueblo. Un breve trayecto que, para no variar, es empinado y con unas cuantas curvas. 
Piscinas naturales de Cachalote
Es difícil poner la toalla...
Piscinas naturales "de pago".
Panorámica. Al fondo, el Ilhéu Mole y su faro
Una Coral acompañada de altramuces, en una terraza de Porto Moniz
Mirador de Santa. Preciosa vista a Porto Moniz
Ya de vuelta por el norte, vistas a Punta Delgada.
Volviendo a Funchal por el norte de la isla, hicimos un cambio de planes. Santana estaba previsto para el día siguiente, junto con Caldeiräo Verde, pero por quitarnos tarea, aprovechamos la tarde y adelantamos la visita a hoy. Y menos mal, porque el sábado se lió y de qué manera...
A nosotros nos costó un poco encontrar las casas típicas pero llegaréis enseguida siguiendo el cartel indicativo a "Parque Temático". No os equivoques, no tiene nada que ver una cosa con otra. Pero las casas están justo enfrente.
Varias de estas casas están abiertas, y albergan una Oficina de Turismo, una tienda textil con bordados típicos y otra con productos gastronómicos de la zona. Aqui probamos la Poncha, la bebida más tradicional de la isla. Por 2€ Belén tomó un chupito de Poncha con maracuyá, muy rico. Y yo la "regional", que me supo demasiado fuerte.
Las famosas y peculiares casas de Santana


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jueves, 21 de febrero de 2019

Levada do Risco y Levada do 25 fontes

7 de febrero de 2019
Si utilizamos la afluencia de turistas como baremo de espectacularidad y belleza, se podría decir que la levada do Risco y la levada do 25 Fontes son lo mejor de la isla. Sin dudar, yo diría que se encuentran entre lo mejor.
Cascada do Risco
Subir desde Funchal por Serra de Água en una carretera llena de curvas y miradores, como si de una ruta de alta montaña se tratara, para después llegar a Paul de Serra, la mayor y más extensa meseta,  situada a 1500mts de altitud, es todo un contraste. Llegamos a un amplio parking en el lateral de la carretera, que en realidad es un mirador y donde la mayoría de los coches son de alquiler. Dejamos el nuestro aparcado ordenadamente y nos preparamos para comenzar. Hay que bajar hasta el Rabaçal, donde hay una "Casa de Abrigo". El primer tramo, que consta de 2 kms, hay que hacerlo por carretera y además, de bajada. Podéis adivinar pues, en qué va a consistir los 2 últimos kilómetros de la excursión de hoy. Por carretera y de subida. Hay servicio de transporte y por 5€ (i/v) te lo evitas.
Una vez en el Rabaçal, seguimos un camino empedrado PR 6.1 que nos lleva por la Levada do Risco hasta su impresionante cascada. Nos entretenemos por allí un rato hasta conseguir quedarnos solos disfrutando del sitio.
Una parada al borde de la carretera subiendo a las 25 Fontes
Bajando al abrigo del Rabaçal
Dejamos el cruce al Rabaçal a la izquierda
Una de las fuentes en la Levada do Risco
Acercándonos a la Cascada do Risco
Belén delante de la Cascada do Risco
Otra más con la cascada
Volvemos por la levada hasta que encontramos el cruce que baja a la levada de las 25 Fontes. Cruzaremos el barranco por un puente, para luego subir por unas escaleras y recorrer la levada entre el bosque de laurisilva que nos dejará junto a la escondida Lagoa da 25 fontes, en donde el agua cae en forma de fuentes por la roca volcánica de la montaña. Aquí hay más gente y hay que buscar un sitio cómodo entre los bloques de piedra para acomodarnos. Todo el mundo se queda en este lugar antes de volver, pero nosotros, todavía vamos a recorrer un poco más la levada, hasta que continuar se hace imposible y tengamos que dar la vuelta.
Volvemos por la levada do Risco para coger el desvío a la levada do 25 Fontes
Bajando a la levada do 25 Fontes.
El espeso bosque de laurisilva
El camino de levada en muchos tramos está protegido por una sirga
Enredando...
El lugar es muy especial
La levada se cubre en su totalidad
Lagoa do Risco
Aquí se corta el paso de la levada do 25 Fontes
La vuelta es prácticamente por el mismo sitio que por el que hemos venido, pero los tramos estrechos de la levada, te llevan un tramo subiendo por unas escaleras, haciendo un camino de ida y otro de vuelta. Bajamos hasta el puente y de nuevo en la levada podemos seguirla hasta el túnel que cruza la montaña por donde discurre ésta. Este túnel es transitable con ayuda de un frontal, saliendo al área recreativa de Calheta, ya en la vertiente Sur de la isla. Una vez llegados a la boca del túnel, nosotros nos volvimos y en uno de los desvíos, ascendimos en un momento al Rabaçal. En este tramo tuvimos que auxiliar a un señor inglés bastante mayor, con dificultades para continuar la marcha, al que le flaqueaban las piernas, y es que, es difícil asumir las limitaciones que conlleva el cumplir años.
Ya en el Rabaçal y habiendo rechazado su invitación a tomar un café, nos despedimos y seguimos la marcha en busca del parking.
De vuelta
Otro tramo en la levada de vuelta.
Grupo guiado en la boca del túnel de la Levada que pasa a la vertiente de Calheta.
Ya en el coche, y como nos gusta aprovechar hasta el último minuto, decidimos bajar hasta el puerto de Calheta por una carretera superempinada y con tramos estrechos, pero que con tranquilidad se baja bien pues apenas había circulación.
Calheta es muy conocida entre los amantes del buen ron por ser productora de un exquisito ron blanco, ingrediente principal de la bebida autóctona de la isla, la Poncha.

Contraluz en la playa de Calheta. Arena traída de Marruecos y Portugal.
Unas olas en el océano.
Pescadores en el puerto
Este es el track que seguimos. Dejo también el que sale desde el sur, desde el merendero de Calheta.

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lunes, 18 de febrero de 2019

Machico - pico do Facho - levada de Machico - vereda do Risco - pico das Roçadas - levada Caniçal.

6 de Febrero de 2019
La primera de las excursiones que hicimos en Madeira. No me preguntéis porqué, pero con alguna había que romper el hielo. El comienzo y el final es en Machico, un pueblo al NE de la isla que cuenta con puerto y playa, que aunque de arena artificial, es una de las pocas que hay.
♪♫ Boy Harsher - LA ♪♫
Mirador desde el pico do Facho.
Es el primer día completo que estamos en el archipiélago y hemos perdido algo de tiempo recogiendo el coche de alquiler y marchando a Machico. Para colmo, el navegador nos ha llevado por una carretera interior con muchas curvas, lo cual ha retrasado nuestro comienzo. Dejamos el coche en uno de los aparcamientos públicos de Machico, cerca de la ladera del pico Do Facho, aunque lo ideal es llegar con él hasta el geriátrico de la localidad, más arriba, pues hay abundante sitio.
Junto a la residencia de ancianos, empieza un sendero que ataja hasta la carretera y desde ella subimos hasta las antenas del pico Do Facho (30'). Todo muy fácil, corto y con bonitas vistas. Pero hemos venido a andar y aún nos quedan 18 kms por delante. Bajamos por la carretera dirección NO hasta que llegamos a un cruce. Justo enfrente, dejando la boca de un túnel a la derecha, cogemos la levada que seguiremos casi 2 kms, rodeando el monte del pico Castanho. Desembocaremos en una pista asfaltada, pero hay que continuar por la levada un poco más, así que allí mismo bajaremos unas escaleras para continuarla 1.5 kms más, hasta que encontremos el desvío a la Boca do Risco (1h 30') La senda empieza a subir, adentrándose un poco más en el barranco, hasta que llegamos a la Boca do Risco donde nos espera una bonita vista sobre los acantilados norte de la isla. Quedamos prendados con la panorámica. ¡Esto promete!
Comenzamos a andar. Las antenas son el Mirador del Pico do Facho.
Dejamos abajo Machico y su salida al mar
Vista desde el mirador. Se ve la pista del aeropuerto.
Bajando del mirador con las casas de Machico abajo.
Entre las viviendas, cogemos la levada.
Nos alejamos del Pico do Facho y del mar.
Casas de la Ribeira Seca
En la levada.
Vamos adentrándonos en el barranco en busca de la Boca do Risco
Bajo la levada y robándole trozo a la montaña, es un buen lugar para tener un huerto.
Al fondo, ya intuímos la Boca do Risco.
Vista sobre los acantilados desde Boca do Risco.
A la derecha, unos cuantos pasos antes de llegar a Boca do Risco, asciende una senda que cogeremos. A tramos, se asoma sobre los cortados o se aparta hacia el interior. Cruzamos una zona espesa de eucaliptos y poco a poco se va aclarando el panorama para tomar perspectiva sobre los siguientes pasos. La senda hay que andarla con cuidado porque está algo resbaladiza, y más cuando a nuestra izquierda tenemos amenazando el acantilado.
Recorremos el borde del pico Das Roçadas hasta que llegamos a una pista de tierra (3h). Ésta baja hasta conectar con la levada de Caniçal, que recorreremos hasta presentarnos encima de las primeras casas de Caniçal (3h 30').
Ganamos altura. Al Oeste, la Ponta del Espigao Amarelo
Al Este, la Ponta de Saö Lourenço
Los cortados al océano
La senda está bien marcada, pero hay que andarla con cuidado.
El final de la isla, al Este: la Ponta de Saö Lourenço
Cogemos la levada de Caniçal.
Esta es la zona menos bonita de la excursión. Nos hemos metido prisa y los dos empezamos a estar algo cansados. Entre casas vamos perdiendo metros hasta que casi casi, bajamos al mar. Como era de imaginar, ahora tenemos que tomar el camino de ascenso. Una senda (4h) parte de un antiguo puente de piedra que data del siglo XVII y va ascendiendo de manera fuerte y pesada. Aquí se nota lo muy cansados que estamos, y es que llevamos desde el punto de la mañana en danza. Pasamos por una zona donde hay cabras sueltas y donde antaño se debió de hacer alguna labor en la tierra. Ya tenemos a la vista el pico do Facho (5h). No es que queramos alargar de manera innecesaria la excursión, pero es que no hemos comido nada y en el mirador del pico do Facho hay una autocaravana que vende comida y bebida, así que una vez alcanzada de nuevo la carretera, subimos esos pocos metros en busca de una merecida cerveza que acompañará la comida que hemos estado porteando durante toda la excursión.
Nos acompaña una familia felina a sabiendas de que a los visitantes siempre se les pierde algo del pic-nic. Ya solo nos queda bajar un pequeño tramo de carretera para coger la senda que baja a Machico (5h 20') y que es la misma que hemos hecho en el comienzo de esta excursión.
Bajando a Caniçal. El puerto, en continuo movimiento de carga y descarga.
Antiguo puente del siglo XVII
Tomamos altura de nuevo sobre el Océano
Un tramo de la senda antes de ver el pico do Facho
Pico do Facho. Arriba se encuentra el mirador y una autocaravana con bebida nos espera...
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