A una semana vista, me avisa Ignacio de que va a subir con el CAU al refugio de Llauset para intentar hacer el Vallibierna. Por mis ocupaciones, este planteamineto que supone salir ya el viernes, me viene de perlas y a pesar de la incertidumbre de la meteorología, no voy a dejarlo pasar. Llamo a Fernando, el responsable de la reserva y, suerte la mía,... soy el que cierra la lista👍.
Después de pasar la noche junto a la tapia del cementerio de Vilaller, eso sí, observando la estrellada noche a través de las ventanillas de mi coche, Ignacio me despierta golpeando la carrocería (pura poesía matinal) para invitarme a desayunar un café bombón al más puro estilo rústico a las orillas del embalse de Baserca. La mañana está algo fresca, ventosa y si miramos al norte, la montaña está bastante cubierta por la nubosidad. Sin embargo, si miramos al sur, soleada. Pasan 20 minutos de las 9 de la mañana y ya estamos los 21 que conformamos el grupo de la promocional. Para comenzar, 50´ de porteo por el bosque, al principio por camino de herradura, para enseguida coger la senda tras el indicativo de Estanys de Rigüeño. Cruzamos a la margen derecha del barranco donde ya encontramos nieve continua para foquear cómodamente. Mientras nos adentramos en el barranco, las pendientes se van suavizando. De momento, la cosa marcha a la perfección. El viento no molesta y el sol caldea el ambiente, llegando al collado de Rigüeño (2.279 m.) en 2h 20´. Planteamos la posiblidad de hacer una larga diagonal canteando con esquís, pero optamos por quitar focas y esquiar los 80 m. de desnivel que nos separan del Estany de Fe. Aquí ponemos pieles y seguimos nuestra marcha para cruzar el altiplano de los lagos de Angliós. Hacemos una parada para reagrupar y comer algo antes de encarar la subida al collado de Estanyets o de los Ibones. Las nubes ya van tomando protagonismo, pintando un día muy gris y dejando caer algunos copos coincidiendo con nuestra llegada al collado (2.524m). Desde la salida, a ritmo muy tranquilo y sin ninguna prisa, hemos invertido 4h 30´, incluyendo paradas. Ahora que lo pienso, es mucho, pero no se ha hecho largo. El valle de Rigüeño bien merece recorrerse con calma. El collado Estanyets dista del refugio de cap de Llauset escasos 100 m., que descendemos en apenas 5 minutos.
Porteando los esquís por el bosque.
Nada más salir del bosque.
Juan Carlos liderando el grupo.
Llegando al collado de Rigüeño
En el Estany de Fe tras bajar la pequeña pala del collado de Rigüeño.
Dejando atrás el Estany de Rigüeño.
Ya vemos claramente el collado de Estanyets.
Pala al collado de Estanyets
Ultimos giros al collado. Empieza a nevar.
Breve y delicioso descenso al refugio de Llauset.
El plan de mínimos ya está cumplido. El día ha empeorado y cuando la mayoría decide acomodarse ya en el refugio, las nubes se despejan inesperadamente. Con los agradecidos rayos de sol, un grupo de 8 personas nos aventuramos y decidimos estirar el día con una última subida, hasta la Tuca de Botornás... ¡vamos a intentarlo!. Aligeramos peso dejando lo prescindible y con esquís nos dejamos caer por la vaguada bajo el refugio. Aquí ponemos pieles y empezamos a subir, dirección Oeste, para salvar los 400 m. de desnivel que nos separan de la Tuca de Botornás. Se sube cómodo y de manera fácil. Arriba nos está esperando una sencilla arista que ni el frio ni el viento nos impiden recorrer y así, poder disfrutar, desde las alturas, del fabuloso panorama que nos rodea.
Camino de la Tuca de Botornás.
Dejamos abajo el refugio. Pico de la Solana de Llauset y a la izquierda el collado de Estanyets.
Últimos giros para alcanzar la arista.
Por la arista, llegando a la cumbre.
Foto de cumbre.
Memorable esquiada de vuelta al refugio de Llauset.
Después de una memorable esquiada por la pala Este del Botornás hasta la vaguada bajo el refugio, llegamos a éste con los cielos de nuevo cubiertos por nubes. ¡Qué suerte, hemos subido justo a tiempo!. Las previsiones han cambiado y el guarda nos avisa de que se espera para el domingo cielos cubiertos acompañados de fuertes vientos con rachas de hasta 75km/h!. Nos levantamos sin prisas pero intranquilos por la ventisca que hay fuera y por cómo se desarrollará la jornada pues la previsión se cumplió y la subida al pico Vallibierna se aleja de nuestros propósitos para ese día. Lo más sensato es esperar un poco y poner todo nuestro empeño en ponernos de vuelta a los coches. Al tiempo de salir, a las 10:30, veo al guarda que viene de tomar los datos de la estación meteorológica y me dice que hay -5º que sumado al viento... la sensación térmica, debe de ser de mucho frio.Vamos bien tapados y el frío se va llevando bien, menos en las manos que ahí sí que se nota, y en 15´ llegamos al collado de Estanyets. Aquí sí que hace mucho frio y viento, además de que la visibilidad es menor. Nos quitamos las pieles y esperamos a encontrar entre racha y racha, algún hueco para empezar a bajar y que el viento no nos haga perder el equilibrio. La pala Este del collado, afortunadamente, es nieve polvo y se esquía bastante bien. Apuramos todo lo que podemos con los esquís, antes de volver a poner pieles y subir al collado de Rigüeño. Viento, muchísimo viento en este collado, tan fuerte que era capaz de empujar unos metros mi mochila en terreno llano. Como podemos, vamos quitando pieles, y seguimos bajando. Casi hasta la entrada al bosque, el viento nos estuvo amargando la vuelta. A la 13:30h llegamos a los coches con temperatura primaveral. Nos da tiempo de ir a Vilaller y comer algo en un bar.
De vuelta. Primer control el collado de Estanyets.
Llegando con mucho viento al collado de Estanyets.
Esperando que aflojen las rachas de viento.
Pala Este desde el collado de Estanyets.
Subiendo de nuevo al collado de Rigüeño.
El viento no da tregua.
Lastima no poder hacer el Vallibierna, pero el esfuerzo bien mereció la pena. Muchas gracias a los organizadores de la promocional y a todas las personas que hicieron que éste fuese un bonito fin de semana.
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