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jueves, 5 de octubre de 2017

Aguallueve de Anento y de Arguilay. Circular.

10 de Septiembre de 2017
En Aragón hay 11 pueblos con el distintivo de Pueblos más bonitos de España y de ellos, dos se encuentran en la provincia de Zaragoza. Belén me propone visitar uno que no he visto nunca. En realidad debo reconocer, con verguenza, que apenas he oído hablar de él. Así que hoy nos vamos de excursión a Anento. 
Indicativo al Aguallueve
Lo de ir de visita a ver pueblos me encanta, pero si además lo acompañas con una andadica para conocer sus alrededores, pues mucho mejor, así que me pongo a buscar alguna excursión en Wikiloc. Anento, además de ser bonito, tiene a muy poca distacia su famoso Aguallueve y algo más lejos, el aguallueve de Arguilay. Con todo ello, auguro un día muy gratificante a tan sólo una hora de Zaragoza.
En una mañana bastante gris, dejamos el coche aparcado en el gran parking que tiene el pueblo de Anento. Son las 10 de la mañana y Anento parece un pueblo fantasma donde no hay nadie por la calle. Por suerte el restaurante acaba de abrir y nos permite tomar algo para desperezar nuestro ánimo. Junto a la oficina de turismo hay una placa que indica: Daroca por Báguena. Aquí comenzaremos a andar por el asfalto que en 20 mts se convierte en pista de tierra. Pasamos junto a la balsa Cerrada, que guarda las aguas del Aguallueve y otros manantiales que, canalizados mediante acequias, riegan la huerta colindante. Pronto cambiaremos la vega húmeda y fértil  por campos de cereal. Tras 30' andando llegamos al cruce que lleva hasta la localidad de Báguena. Aquí hay una finca donde los perros advierten con ladridos nuestro paso y nosotros giramos a la izquierda siguiendo la pista en busca del Arguilay. Entre campos de viñas llegamos a la zona de recreo del Arguilay, con merendero, columpios, barbacoa... todo junto a una balsa cercada, a la sombra de chopos cabeceros y pinos. Hasta aquí se podría llegar perfectamente en coche. La pista muere aquí y un sendero se introduce entre espesa vegetación, pasando bajo una pequeña chimenea de hadas, hasta el Arguilay de Báguena (1h desde la salida). Hace tiempo que no llueve y apenas cae agua por el colorido y enmarañado de raices y musgos que cuelgan del paredón rocoso.
Caminando por la pista a Báguena en busca del aguallueve de Arguilay
Llegando a la área recreativa de Arguilay
Aguallueve de Arguilay.
Chimenea de hadas.
Retrocedemos unos metros para buscar un cerrado sendero que cruza el barranco y empezar a subir el primer y único desnivel fuerte de la circular. Vamos subiendo introduciéndonos en el pinar para después girar a la izquierda por unas pequeñas gradas y ganar el escarpe en apenas 15' desde el Arguilay. Estamos sobre lo alto del barranco, con unas vistas privilegiadas sobre éste, y a la vez con los pies en la llanura del campo de Romanos, hasta vemos pasar coches pues la carretera se encuentra muy próxima. Por una senda al borde de los cortados, cruzaremos hacia el Este para pasar por encima del Arguilay y seguiremos a la izquierda haciando el mismo camino que hemos hecho por el fondo del barranco, pero ahora por arriba, junto a los cortados, siempre con cuidado en una sucesión de entrantes y salientes, que se convierten en improvisados "balcones" con unas espectaculares vistas al barranco. Pasaremos por una zona de pinos, para después, por una zona bastante más árida, encaminar nuestros pasos con la mirada puesta ya en el pueblo de Anento que se ve a lo lejos. La senda no está bien indicada.  Algún trazo de pintura, algún que otro mojón... pero se va siguiendo sin demasiada dificultad. En 2h 30' pasaremos junto a una caseta de repetidor para subir de nuevo al altiplano y marchar en busca del Torreón Celtíbero de San Cristobal cuyas ruinas datan del siglo III a. C. Desde aquí hay unas bonitas vistas a Anento. Ahora nos queda bajar, por unos escalones realizados con piedras del lugar, hasta el Aguallueve, un paraje singular donde el agua de manantial fluye entre las rocas formando unas bonitas formas de piedra y musgo. En el lugar hay una pequeña laguna que con la vegetación de sus paredes rebosa naturaleza. Seguiremos la marcha por la margen derecha del pequeño barranco que baja a Anento. Al llegar a un acogedor merendero con fuente, tomamos unas escaleras que suben junto a las paredes de color arcilloso del Castillo de Anento, donde tambíén hay un merendero a la sombra de un pinar. (20' desde el Aguallueve)
Vista del barranco desde su parte superior.
Pasando por encima de aguallueve de Arguilay que se encuentra abajo.
La senda que sube del fondo desde el Aguallueve de Arguilay a la senda de los miradores.
Entrantes y salientes se suceden.
Andando con cuidado
El cielo medio encapotado hacía que la mirada al horizonte fuese diferente.
Al fondo, ya vemos de nuevo Anento.
Torreón Celtíbero de San Cristobal
Vista de Anento desde el torreón.
Bajando por las ecaleras al Aguallueve de Anento.
Pequeña laguna en el Aguallueve de Anento.
El verde es el color que impera en el entorno del Aguallueve.
Escaleras que suben al castillo de Anento.
Pasando junto a las arcillosas montañas del castillo de Anento.
Foso y entrada al castillo de Anento.
Tras disfrutar de las placenteras vistas que ofrece la atalaya del castillo, cogemos unas escaleras que en 5' bajan directamente hasta el pueblo de Anento para perdernos por sus cuidadas calles y bonitas casas. Por la tarde, tuvimos la suerte de que nos enseñasen la iglesia y nos explicaran cada una de las tablas que componen el bien conservado retablo, probablemente el más valioso del gótico aragonés.

Vista desde uno de los salientes de la montaña que hay junto al castillo.
Bajando al pueblo de Anento.
Calle en Anento.
Torre de la iglesia San Blas de Anento.
Belén hace una parada en un banco de las calles de Anento.
Retablo en el altar de la iglesia de Anento.
Para indicaciones muchísimo más pormenorizadas de la ruta en esta web de los senderista de la sierra de Algairén.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Peña Oroel. Circular por la senda de los Lobos y Virgen de la Cueva.

2 de Septiembre de 2017
Otro día que el viento de norte cubre la parte alta de la divisoría pirenaica y que habrá que buscar un plan alternativo: aprovechar el sol y las temperaturas agradables antes de que entre de lleno el otoño.
Vistas desde Oroel a la Canal de Berdún y al Pirineo occidental aragonés.
Quedo con Romo en Sabiñanigo para compartir coche hasta el comienzo de la excursión. Yo vengo de cruzar la atalaya del Monrepós, viendo que nuestro plan para hoy va a estar complicado. Las nubes han engullido la montaña (¡otra vez la gabachada!) y el viento nos complicará el disfrute. Mientras tomamos un café en la estación, improvisamos una alternativa que no se encuentre por la frontera y después de darle algunas vueltas, Romo confiesa que a pesar de toda la montaña que lleva a sus espaldas, la peña Oroel todavía está entre sus debes, así que... "Habemus Plan".
Buscamos de manera rápida en el móvil (track) una que, además de hacer cumbre, sea algo más larga que la ruta normal y a poder ser en circular, para que resulte más amena.
Nos dirigimos hasta el Parador, punto de partida de la excursión y tras caminar 1 km dirección Este, a mano derecha encontramos una senda conocida como de los Lobos, que sube diagonalmente por el bosque, en ciertos momentos por fuertes pendientes pero el tránsito es muy agradable y no tiene pérdida. En 50' salimos del frondoso bosque y llegamos al cordal, donde la amplitud de las vistas al Sur y el sol en lo alto premian nuestro breve esfuerzo. A la derecha, vemos todo el cordal y la gran cruz que corona la cima occidental de la montaña, pero nosotros iremos hacia el Este para alcancar en 10' la punta Bacials (denominada así en algunos mapas) la más Oriental de la peña Oroel. En verdad hay como dos cumbres orientales. En una hay como un hito de linde que se encuentra al norte sobre los cortados y rodeada de boj. La que está al Sur se ve despejada desde la distancia, coronada por un mojón. Ambas las veréis en las fotos de abajo. Desde aquí podríamos recorrer el cordal para llegar a Peña Oroel, pero lo vamos a alargar bajando al O-SO sin sendero alguno, sorteando los espesos campos de erizones (también llamados cojín de monja) y dirigiendo nuestros pasos en busca del comienzo del bco. de Artaso al que llegamos en 25'. Aquí encontraremos unos primeros mojones que nos indican el comiezo de una senda que de manera zigzagueante lleva hasta dar con la pista que sube de las Pardinas de Ordolés. La andaremos tan sólo unos metros pues encontraremos un cartel indicativo (15') que da inicio a la senda que lleva hasta la Virgen de la Cueva.
Tras un 1 km de carretera cogemos la senda.
Árbol caído que obstaculiza la senda
Bien marcada y sin pérdida. Así es la senda de los Lobos.
Llegamos al cordal
Hacia las cumbres orientales.
Extremo Oriental norte de Peña Oroel.
Al sur se encuentra otra que parece más alta.
Punta Bacials
El cordal de la Peña Oroel.
Campos de erizones y, marcada, nuestra dirección en busca del barranco.
Bajando por el barranco hacia el sur.
La senda que lleva hasta la ermita de la Virgen de la Cueva, transcurre por la ladera sur del monte Oroel, siempre por bosque y en sombra. Pasaremos por un abrigo de ganado aprovechando una oquedad en el conglomerado antes de llegar a la ermita (30'). El acceso a ésta se encuentra hundido desde el año 2013 a causa de las lluvias, por lo que su acceso es algo peligroso. Hacemos una parada para comer escogiendo el sol, despreciando la mesa con bancos que se encuentran a la sombra. Casi antes de llegar a la ermita, habremos pasado el desvío de ascenso a la peña Oroel, así que retrocedemos en su busca y recorremos su sendero hasta la cumbre (35'). Tenemos suerte y la cumbre es solo para nosotros, con permiso de un grupo de chotos que desprenden muy mal olor. Un ratico en la cumbre para disfrutar las amplias vistas y vuelta para abajo. Tenemos que ir al Este, paralelos al cordal por su vertiente sur hasta el collado de las neveras (10') donde comienza la senda de bajada por innumerables zetas hasta llegar a nuestro punto de partida.
Aquí arranca la senda desde el sur.
En busca de los cortados donde se encuentra la ermita.
Llegando a la ermita Virgen de la Cueva
Interior de la cueva.
Reciente construcción de los Escolapios. La cueva donde se encuentra la ermita pasa desapercibida.
Cruce junto a la ermita.
Subiendo desde la ermita.
Ya en el camino normal de subida a la cima.
Llegando a la cima.
Romo en la cima.
Cabras en la cumbre de Oroel.
En busca del collado de las neveras.
Llegando al parador, punto de partida.
Del collado hasta el parador (25'), bajamos corriendo hasta encontarnos con alguien al que sus amigos, en su despedida de soltero, lo habían vestido con un bañador mankini. Con una sonrisa por esto y por el encanto de la ruta llegamos al parador.
La montaña es una sorpresa.