miércoles, 6 de mayo de 2009
La granja
Abro el correo y me encuentro un mail de facebook enviandome una invitación de amistad de un desaparecido. A la par, encima de la mesa esperaba un disco de la granja, a los cuales yo les debía una entrada en el blog bajo la etiqueta de imprescindibles, así que la espera, sin yo saberlo, tenía su porqué.
Lo recuerdo como si fuera hoy: esperaba en la parada del 34 (almozara-cementerio) porque tenía una cita muy especial y en mi radio-walkman escuchaba el programa de Cachi "sangre española". Los presentó con su disco "medicina natural" y era el año 1994, así que por detrás, me había perdido "Azul electrica emoción", "Soñando en tres colores", "La Granja" y "Deliciosamente amargo"; cuatro discos que no tardaría en hacerme con ellos y que me redescubrieron alguna canción que yo tenía escondida en mi cabeza, como "Fuimos chicos rebeldes" . Después del 94 ya casi nada se supo de ellos, hasta que el año 2000 despertaron y comenzaron una mini gira que los acercaría a mi ciudad. Ese concierto no lo olvidaré jamás, pues para acompañarme, invité a la persona que años depués elegiría para pasar el resto de mi vida.
El desaparecido (y ahora reaparecido) seguro que se acordará de los acordes de medicina natural a las orillas del Ésera bajo los infranqueables, por aquel entones para nosotros, Posets, Maladetas y Aneto.
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Al habla el "desaparecido".
ResponderEliminarY parece que era ayer cuando señalábamos la cima del Aspe desde el camping y gritábamos "¡Allí, allí hemos estao!", y Robertito nos seguía por la Canal Roya al 40% para no entrar en pájaras innecesarias, y la chica holandesa cuyo nombre he olvidado nos sonreía y nos enamoraba con su candidez, y tocábamos Medicina Natural con la guitarrica de Miguel porque practicamente no nos sabíamos otra, y nos preparábamos bocatadillos de atún tunturuntuntún con paté. Esa fue mi primera incursión en la montaña y desde entonces hasta el año pasado me olvidé de la playa. Ahora en Galicia resulta que tengo "casi de todo; montañas (no tan altísimas ni tan espléndidas como mis idolatrados Pirineos), playas (ufff, tenéis que venir...), y manjares ricos ricos.
¡Qué buenos momentos, Gabi!
Un saludico.
No sabia que eras blogero ya te ire leyendo cuando vuelvas de lo que te toca la semana que viene un saludo a los 2 y pasarlo bien
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