Es habitual que se monten grandes atascos los fines de semana de vehículos que suben (y a la vuelta bajan) a las estaciones de ski, por tanto, empieza a instaurarse la costubre de madrugar para no ser engullidos por una retención. Así pues prontico (8:45) en la Casa de Piedra para desayunar.
Nuestro destino hoy era ambicioso: los Infiernos por el collado de Pondiellos. El primer trozo, porteo de tablas.
Al fondo el collado de Pondiellos y su aguja. La ascensión para nosotros sólo porque quien se lleva toda la atención de la zona es el Garmo negro.
Bonita foto con Javier Arruga como protagonista (espero leer pronto tu libro) y Peña Sabocos al fondo.
Con la nieve que realmente estaba "podrida" y con el relieve que apenas se apreciaba, de vez en cuando, había que hacer alguna parada.
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