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jueves, 21 de septiembre de 2017

Pico de las Escuellas

20 de Agosto de 2017
El Escuellas no era un pico conocido para mí, pero recién llegados a Panticosa después de una una circular al Verde, crucé unas cuantas palabras con un par de zagales que venían de hacerlo. Esto despertó una curiosidad que hoy ha sido saciada.
Punta y pico de las Escuellas desde la Ripera.
Dejamos el coche en una zona al comienzo de la pista de la Ripera que en algún mapa denominan la Salguata baja. Aquí hay un merendero y una fuente. La pista está regulada por una barrera así que, como ya sabíamos, vamos a tener que andarla para aproximarnos hasta el barranco de Laulot. Otra opción para llegar hasta aquí es salir desde el parking de la estación de esquí de Panticosa y recorrer el barranco paralelo al río Bolática. Cuesta poco menos de 1 hora llegar hasta el puente Laulot y unos metros antes, hay una fuente donde podéis aprovisionaros de agua, a pesar de la sequía y de ser finales de agosto. Me he olvidado la cámara 😱 y mi móvil está con la lente empañada😠, así que los encargados de poner imágenes a esta entrada serán mis acompañantes: Fran y Ramiro. Nada más pasar el puente, a mano izquierda, dejamos la pista, subiendo por una cómoda senda que entre zing-zags llega hasta el cuello de Yenefrito (1h 45'), habiendo dejado a la izquierda el característico Dedo de Yenefrito. Ascendemos en sentido S. y después S.E  por inclinadas laderas herbosas sin ninguna traza de senda que nos indique la dirección correcta. La parte alta de estas laderas se convierte en una especie de comba por donde aparecen las piedras y si nos fijamos bien, encontraremos algún que otro hito que nos indicará la trayectoria, siempre fuera de sendero. Las paredes de enfrente nos cierran el paso, pero una pequeña canal (2h 30') nos alzará en el valle colgado. Dejaremos a la derecha la Punta de las Escuellas y caminaremos hasta la base del extremo oriental del pico de las Escuellas. Buscaremos una canal inclinada y bastante descompuesta por la que subiremos pero que, antes de llegar a la cresta, abandonaremos a la derecha para culminar los últimos metros por la ladera norte (3h 45') del pico de las Escuellas con 2.507 mts. La cresta es algo estrecha y hay que recorrerla con cuidado.

Caminando por la pista de la Ripera. El característico Dedo de Yenefrito y a la derecha el pico de las Escuellas
Habiendo dejado la pista con el Faceras y el Forato de fondo.
En el cuello de Yenefrito
Un poco de posado que para eso hoy me sacan a mi las fotos.
Desde el cuello, el Dedo casi pasa desapercibido.
Aclarando la ruta.
Las paredes del pico de las Escuellas.
Fran y yo con el Vignemale a nuestras espaldas.
Llegando a la cresta.
Caminando por la cresta. Al fondo Telera.
Vistas espectaculares como ésta de la pista de la Ripera.
Los tres en la cumbre del Escuellas.
La cresta del Escuellas y a la izquierda su canal de acceso.
La bajada que tenemos por delante.
Ruta marcada de acceso a la canal y la cresta.
La vuelta la realizaremos por el mismo camino que la ida.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Monteixo

7 de Agosto de 2017
El Monteixo es un pico con historia pues aquí se celebra, el segundo sábado de junio, la Milla Vertical d'Àreu, cuya temática va un poco más allá de la deportiva. Está basada en la leyenda de "El hombre que corría más que el sol" que aparece en el libro la Edad de las Piedras, de Pep Coll. La salida de la prueba se da justo cuando la Plaza Mayor se empieza a quedar en sombra y los corredores deben llegar a la cima antes de que se ponga el sol.
El Monteixo desde las bordas de Costiux.
Al día siguiente de la Pica d'Estats, Luis y Belén se volvieron a sus respectivas casas y los demás hicimos un descanso activo, con una circular que recomiendo, por los abetos ejemplares de Àreu y las bordas de Costiux. Esa noche y parte de la mañana siguiente, nos cayó la gran tormenta, de esas que no son fáciles de olvidar cuando tu única protección es la tela de una tienda de campaña.
Secos por completo del día anterior, hoy nos enfrentamos a 1.700 mts de desnivel positivo siguiendo la Cuita el Sol. Tal vez hicimos mal en salir pronto, porque las nubes, conforme iba transcurriendo el día, se iban disipando. El camino arranca del área de recreo de Àreu (merendero, fuente y aparcamiento), cruza por un puente y sigue brevemente una pista que remonta el rio de Vall Ferrera. Giramos a la derecha y junto a un poste de reserva de caza comienza una senda que se interna en el bosque. Al poco salimos a una zona abierta y la senda gira nuevamente a la derecha subiendo de manera diagonal hacia el sur del valle. Llegados a la cota 1.500 encontraremos una segunda Estelada de las cinco que jalonan la ascensión. La senda se vuelve más vertical subiendo hacia el Este por una senda bastante definida entre vegetación. Cortas pero fuertes lazadas nos hacen ganar altura de manera rápida hasta que llegamos a un pequeño y bonito bosque de pino negro. De nuevo por zona despejada alcanzamos el cordal, que recorremos hasta llegar a una zona de lajas que, siguiendo esta vez hitos, nos dejará en una escultura de hierro que conmemora la prueba de la Milla Vertical d'Àreu. Nos hemos metido en las nubes y la temperatura es bastante fresca, así que toca ponerse el cortavientos. La cumbre real se encuentra unos pocos metros después. Está claro que nosotros habríamos perdido de vista el sol de Poniente porque nos ha costado 3h 45´ la ascensión con sus 1.700 mts de desnivel. Las vistas tienen que ser espectaculares como mirador a 360º, pero de ésto tendremos que disfrutar otro día, tal vez subiendo por los lagos d'Aixeus y pico Norís, todavía más larga que la descrita. El descenso lo realizaremos por el mismo camino que el de subida. 

Ascendiendo en la diagonal.
Abajo, el pueblo de Àreu y la carretera.
Ya en el cordal
Seguimos subiendo. Enfrente, la sierra de Costuix.
Engullidos por las nubes en la zona de lajas.
Escultura férrica de la Milla Vertical d'Àreu.
Seguimos unos metros más hasta la cumbre.
Rodeado de Berta, Edita, Manolo y Fran en la cumbre del Monteixo.
El viento mueve la nubosidad. Aún podremos ver el cielo azul...
Pero será por poco tiempo...
Bajando por la cresta, dejando atrás el Monteixo.
Ya con sol, vemos abajo Àreu y la Força d'Àreu.
El mal tiempo de la mañana, nos hizo disfrutar de una tarde de sol y piscina. No todo va a ser subir montañas. Dejo el track que seguimos. En él hay como un bucle que recomiendo no hacer. El mejor camino de subida. es el que está trazado de bajada.

martes, 22 de agosto de 2017

Pico de Amitges (por Gerber)

1 de Agosto de 2017
Hoy conoceremos una zona desconocida para nosotros: los Lagos de Gerber y el Refugio de Mataró. Después, aún quedaron ganas para subir al Pic d´Amitges!
Estany de Gerber
Estamos pletóricos tras la jornada de ayer así que hoy vamos a por más. Aunque la meteo se plantea algo revuelta, planeamos subir al Ratera por San Maurici, pero antes de llegar al parking, el cielo se cerró (literal) y empezó a llover. Belén y yo teníamos claro que no nos apetecía pasar el día mojados y preocupados por las tormentas que pronosticaba la meteo. Así que, una vez expuestas nuestras preferencias a Fran, nos devolvió al camping y él sólo marchó al pico Ratera.
Son todavía las 7:30 de la mañana y tenemos el día entero por delante, sin ningún plan. Decidimos hacer algo de "turismo activo" para visitar la vall y el estany de Gerber, aunque la cosa como veréis se alargó un poco más.
Nos pasamos el lugar donde debíamos aparcar el coche, llegando hasta el famoso puerto de la Bonaigua, así que vuelta para abajo 3 kilómetros hasta el aparcamiento de la Clot Gran o de la Peülla. Lo distinguiréis porque aquí arranca un remonte de la estación de esquí. Estamos al norte, al otro lado de Sant Maurici, donde se había puesto muy gris, pero aquí el tiempo es soleado 🌞😃. Ya puestas las botas, bajamos al llano y cruzamos, por un puente de madera, el río Bonaigua. Un poste nos indica que es el sendero correcto. La senda va subiendo hasta que entramos en el bosque, que gira hacia el Sur. La senda desciende unos metros para rodear por el norte (35´) el pequeño lago de la Estanyola, rodeado por una muralla y árboles. Seguimos la marcha hasta la estanyera del Mitjà (30´), preámbulo del precioso Estany de Gerber (15´). En 1h 20´ de marcha tranquila hemos llegado. El cielo sigue estando azul, así que no nos lo pensamos y proseguimos la marcha recorriendo el valle. La senda asciende rodeando el lago de Gerber por el este de manera que podremos tomar una bonita perspectiva. Una vez bordeado el Estany, cruzamos el "Pas del Os", un caos de bloques que debemos superar para llegar al Estany Redó. Llaneamos pero en una sucesión de sube-bajas hasta que llegamos al Estany Llong. Aquí y encaramado a una roca se encuentra el refugio de Mataró. Cuesta encontrar la vía de acceso para subir a la roca y he visto que en tiempos, hasta habia instalada una sirga. Es un refugio-vivac metálico de color naranja, que cuenta con 14 plazas, muy bien ordenado, limpio, con puesto de llamada de socorro y que se encuentra a casi 3 horas de marcha desde nuestro punto de salida.
Al salir, cruzando los meandros del río Bonaigua en busca del camino que va al valle de Gerber.
Las calmadas aguas de la Estanyola.
El Mitjà antes de llegar al estany de Gerber.
Perspectiva del Estany de Gerber.
Llegando al Estany Radó. Abajo, el Estany de Gerber.
Belén con el Estany Radó al fondo.
Llegando al Refugio de Mataró.
Aún queda día y el tiempo no tiene pintas de que vaya a estropearse de repente, así que me decido en solitario a ascender al pico Amitges. Bajo del refugio y cruzo por el Sur el Estany Negre de Dalt saltando de bloque en bloque de roca, hasta coger la senda que me llevará hasta el còth der Lac Glaçat. Me encuentro sobre el Estany del mismo nombre y veo con claridad el camino que baja al Refugio de Saboredo... 😌💭 Apunto la idea de hacer esta ruta en circular, que tanto nos gustan... Ya veo el Coll de Amitges al Sur. Para llegar a él, sigo la senda aunque a veces, entre los bloques, parece esconderse. Poniendo la vista en el collado no tiene pérdida. A la derecha tengo muy cerquita el Pico Saboredo, que guardo para otra ocasión, y a la izquierda el Amitges. Avanzo y voy directo a la punta del fondo (2851 mts) que se corona sin dificultad. He pasado por la base de una punta más occidental (2839 mts) que también subo. He ido a piñón y me ha costado 50´ desde el refugio de Mataró. Me pongo de vuelta al Refugio, al que llego en apenas 35´, corriendo, claro, y sigo bajando pues Belén ya ha emprendido la bajada por el mismo camino por el que hemos subido. El día aguantó y no llovió ni gota. Todo un éxito tal y como se presentó la mañana.
Vista atrás yendo camino del Cuello del Lac Glaçat
Llegando al Còth der Lac Glaçat.
Lac Glaçat. Por aquí bajaríamos al refugio de Saboredo.
Dejando abajo el refugio de Mataró con sus lagos.
Vista desde el collado de Amitges del Lac Glaçat.
Lac de Amitges. Abajo, San Maurici. Se aprecian Els Encantats
Foto hacia el norte desde la cima del Amitges. Abajo, los Estanys Llong y Negre.
Me voy a pasar a la antecima Occidental.
Disparando hacia el pico Amitges.
Bajando al Còth der Lac Glaçat con el Puis de Gerber. A la derecha, el refugio de Mataró con los lagos.
Vista del cordal del Amitges desde el Còth der Lac Glaçat.
Vista del cordal del Amitges desde el refugio de Mataró.

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jueves, 17 de agosto de 2017

Gran Encantat

31 de Julio de 2017
Para empezar, qué mejor que ir de cabeza al más complicado y emblemático de los picos de la zona. Las previsiones de tiempo son buenas y a saber lo que puede venir en el futuro, que nos lo impida...
Belén tras dejar abajo el Coll dels Encantats
Hora de salida del camping, 7 de la mañana. Sabiendo eso, que cada cual se ponga el despertador a la hora que estime oportuna. Montamos en el coche y vamos hasta el Prat de Peirró, parking, garita de información y comienzo del Parque Nacional (lo de nacional de España, a día que se escribe esta entrada). Nada más salir, recorremos por pasarela de madera el camino adaptado. En 15´ cruzaremos el río y saldremos al camino de la GR11 que sube de Espot. Aquí ya empezamos a ver la mole pétrea de Els Encantats. Fran y Belén me han cogido ventaja y es que yo he decidido tomarme el comienzo de manera muy tranquila, disfrutando del camino entre impresionantes pinos negros y abetos, parando de vez en cuando a leer los paneles que me encuentro. En 45´ llegamos hasta la ermita de Sant Maurici donde aprovecharemos para coger agua fresca. Proseguimos por la pista y en 15´ más estamos en el refugio de Ernest Mallafré. Al joven Mallafré, le sorprendió un alud en 1946, cuando bajaba del Monestero. Tan solo tenía 24 años. Para entonces era una realidad de la historia del pirineismo y de la escalada, pues fue el primer español en hacer la cara norte del Monte Perdido y el primero que subió al mallo Firé en Riglos. A buen seguro que era un enamorado de Aragón y de sus montañas.
Frente a la entrada del refugio, parte una senda que baja unos metros para cruzar el río Monestero. Remontaremos su barranco por un precioso bosque y la senda nos desviará hacia la izquierda para colgarnos en la Valleta Seca. Me acuerdo que hace muchos años, yendo de travesía por esta zona y cuando íbamos muy apurados de agua, entendimos porqué este pequeño valle colgado se llamaba así. Verde, tiene verde, pero agua... ni gota.
Llegados a la cota 2300 mts (2h 30´ desde la salida) entramos en la canal. Aquí conviene ponerse ya el casco. Al principio, es una canal ancha y se va estrechando hasta un bloque de piedra empotrado que superaremos por su izquierda. A partir de aquí, la canal se estrecha todavía más y la inclinación aumenta, de manera que tendremos que ayudarnos de las manos en algunos tramos para así llegar al Coll dels Encantats (3h 15´).
El precioso camino que sube hasta Sant Maurici
Entrando en el Valle de Monestero.
Canal pedregosa que sube al Coll dels Encantats.
En la parte final, cogeremos el canuto a nuestra izquierda.
Superando el canuto y llegando al Coll.
En el collado, donde las vistas ya son espectaculares, contemplamos a nuestra izquierda lo que nos espera. Una senda desciende ligeramente hacia la derecha y rodea un espolón rocoso que nosotros tuvimos que trepar pues, por equivocación, en la bifurcación cogimos la senda de la izquierda, que es ascendente. La senda que por momentos se pierde, va ganado altura a la izquierda de la brecha entre repisas de hierba y piedra. Con cuidado para no tirar piedras, seguimos subiendo ayudándonos de las manos y en diagonal hacia nuestra derecha, alcanzar la brecha. Aquí ya vamos a tope de emociones porque lo andado y lo que se ve al otro lado inquieta de verdad. Como de la nada aparece Tony (después nos contará que vive en Barcelona). Al vernos por delante aceleró el paso para alcanzarnos y no hacer la ascensión en solitario. Bien junticos, Fran va el primero, vamos a por lo más "delicado": un tramo de cornisa algo expuesta pero fácil, que a los pocos pasos entra en la base de una canal por donde se trepa (pasos de IIº) con patio debajo. Se hace de manera fácil, siempre y cuando no te impresione lo que hay bajo tus pies... Superado este pasaje, los que vienen a continuación son algo aéreos, con pasos de Iº, que en apenas 10´ desde la brecha, nos alzan a la cumbre del Gran Encantat con 2.748 mts (4 horas con paradas desde el parking).

Caminando desde el Coll a la brecha que vemos enfrente.
Con cuidado buscando los mejores apoyos, donde hierba y roca se suceden.
Vista al Coll. Mejor seguir el trazo rojo (andando, el de nuestra derecha)
 
Llegando a la brecha
Superando el pasaje de IIº
Casi, casi, que podemos poner una sonrisa. Encontramos un punto de rapel para el descenso.
Lo que queda es algo aéreo pero muy fácil.
Tony nos hizo esta foto de cumbre.
Con la bota de vino de mano en mano, disfrutamos en la cima de las vistas que nos regala esta impresionante cumbre. Mientras tanto, Tony va y viene haciéndose fotos aquí y allá con el trípode y una gran cámara que ha sacado de la mochila. Luce orgulloso una estelada. La verdad, no es nada excepcional, sino la tónica generalizada con esto del proceso de autodeterminación en Cataluña. Pasado un rato emprendemos el regreso, por el mismo sitio por el que hemos subido y extremando la precaución para no cometer ningún fallo que nos pueda suponer algún percance. Cuidado con las piedras que parecen bien sujetas pero que se desprenden de la tierra al apoyar nuestros pies o manos, cayendo cientos de metros abajo...
Fran comenzando el descenso.
"mejor, me giro para destrepar"
Llegando a la cornisa y a la izquierda, la brecha. El patio tiene vistas.
Bajando de la brecha. Como Fran iba delante, ahora de bajada solo sale él.
Siempre con cuidado de no tirar nada ni resbalar.
No se han quedado atrás. Me siguen muy de cerca Belén y Tony.
Ya estamos llegando de nuevo al Coll.
Desde el Coll, comenzando la canal pedregosa.
Llegando a la Valleta Seca.
Llegando al refugio de Ernest Mallafré, el camino se vuelve ameno y agradable.