lunes, 16 de octubre de 2017

Pico y Mesa de los tres Reyes. Circular desde Lescun.

23 de Septiembre de 2017
Cuando Belén hizo la senda de Camille, me habló maravillas del camping y albergue de Lauzart que se encuentra muy próximo a Lescún. Este finde lo tenemos entero para los dos y decidimos marchar para allí y claro está, hacer algo de montaña.
Bajando a Lhurs.
La Mesa de los Tres Reyes es un clásico, y ya hemos estado otras veces, pero ascenderlo desde Francia, es hacer una excursión totalmente nueva. Sólo en los últimos metros coincide con la ruta normal aragonesa. Tenemos que llegar hasta el pueblo de Lescun y de allí seguir la indicación que encontraremos para llegar, por una carretera estrecha y después pista de tierra, al Plateau de Sanchèse, lugar donde dejaremos el coche. Este es un llano donde el río crea meandros, hay una espectacular cascada y una zona de picnic. Remontando unos metros el río, hay un puente por el que podremos cruzarlo para empezar a subir dando lazadas entre un, todavía, verde hayedo, para ganar altura y entrar en el valle colgado de Anaye, dejando atrás el arbolado. Hasta el Cayolars d'Anaye nos ha acompañado Santiago, persona a la que no veía desde hace tiempo y que por casualidad nos encontramos en Sanchèse. Quiere dormir cerca de las cabañas para subir mañana el Grand Billare, aunque él, ahora, se marcha en busca del Anie. Nosotros continuamos remontando el valle pasando por el manantial de Marmitou para ir dejando a nuestra derecha el Collado d'Anaye. Dejamos los pastos para empezar a subir por canchales, próximos al col des Ourtets y entrar en terreno kártstico. Siguiendo los hitos por este laberíntico terreno llegamos en 4h 20' con paradas hasta el colladito entre el Pico y la Mesa de los Tres Reyes. Subimos unos metros hacia el primero para ladear la montaña por su parte Sur en busca de la senda que sube desde Linza. Una vez encontrada, subimos hasta el Pico de los Tres Reyes con 2442 mts de altitud. Nos lo hemos tomado con calma pues llevamos con paradas 4h 50'.
Comienzo en el Plateau de Sanchèse.
Hayedo al comienzo de la ascensión.
Plateau de Sanchèse al contraluz.
Después del zig-zag inicial seguimos subiendo por el bosque.
En mitad del valle de Anaye pasados los Cayolars.
Ovejas en el Source de Marmitou.
En dirección al Col des Ourtets, que dejaremos algo a la derecha.
Volviendo la vista al valle de Anaye.
Entramos en terreno Kártstico con el Anie de fondo.
Un grupo de franceses ya bajan del colladito entre el Pico y la Mesa.
El Pico nos espera. Antes debemos bordear por la izquierda (sur)
Llegando a la cumbre.
En la cima del Pico de los Tres Reyes tan contentos.
Comemos algo y debemos ponernos pronto en marcha porque aún nos queda tajo. Bajamos del Pico y vamos hasta las inmediaciones de la Mesa. Mientras Belén sigue bajando, yo me acerco hasta la Mesa de los Tres Reyes. Si por pereza nunca habéis estado, os lo recomiendo porque las vistas son estupendas. Belén me está esperando en el Colet de Llurs para empezar a bajar por terreno inhóspito, primero encajonados entre bloques, para más adelante abrirse para empezar a ver abajo el lago de Llurs. Vamos bajando por el canchal enlazando por una loma a nuestra izquierda en terreno de piedra y hierba. Llega un momento que tenemos que dejar de bajar por la loma, pues llegaríamos a una zona de cortados, y debemos coger una repisa a la izquierda para entrar en el inclinado canchal. Hay que tener precaución porque está verdaderamente inclinado. La pendiente se va moderando hasta que alcanzamos una senda marcada en el canchal que nos llevará hasta la cabaña de Pouey en 2 horas desde la cumbre. No lo podemos remediar y hacemos un alto para descansar y tomar agua de la fuente que está verdaderamente fría. Seguimos bajando hasta la cabaña de Lhurs, que precede al bonito lago que bordeamos por su izquierda para entrar por el barranco y seguir sin pérdida el sendero bien marcado que baja hasta la plataforma de Bresme, lugar donde conectamos con una pista. (1h 30' desde la cabaña de Pouey y 3h 30' desde el pico) La cogemos a la izquierda durante 2,5 kms hasta llegar al Plateau de Sanchèse. Al llegar vemos que hay gente preparándose una hoguera y acomodándose para pasar la noche. Lástima que nos espera una abundante cena en el albergue de Lauzart, que si no, hubiésemos improvisado pasar la noche en el Sanchèse.
Comenzamos el descenso.
Bajando a la senda para volver ladeando al collado.
Vistas hacia la Mesa o Table de los Tres Reyes
Colladito a la Table.
Belén baja hacia el Llurs.
Vista al pico desde la Table.
Vistas al Lac de Lhurs. Le Billare (izq) Le Dec De Lhurs (dcha) lo flanquéan.
Bajando desde el Colet de Llurs
Bajamos cogiendo la canal para después bajar por una loma.
Bajando por la loma con cuidado en busca de la repisa que nos deje en el inclinado canchal.
En la repisa, entrando en el canchal.
Ya en zona más segura. Las vistas a la Table desde aquí, nada tienen que ver con las vistas desde Aragón.
Que ganas tenía de visitar el Lac de Lhurs.
Desde luego que las expectativas no engañaban.
Bajando al circo de Lescun.
A pesar de que se hace tarde, seguimos disfrutando del día y del entorno.
Para esta excursión tomé este Track. Lo seguimos sin problemas hasta que empezamos a bajar hacia el Circo de Lescun, tramo en el que el track no va por encima del camino. Pero no es un problema, porque, al margen de lo que indique el track, nosotros debemos tomar el camino normal que, de subida, llega hasta el Lac de Lhurs.

jueves, 5 de octubre de 2017

Aguallueve de Anento y de Arguilay. Circular.

10 de Septiembre de 2017
En Aragón hay 11 pueblos con el distintivo de Pueblos más bonitos de España y de ellos, dos se encuentran en la provincia de Zaragoza. Belén me propone visitar uno que no he visto nunca. En realidad debo reconocer, con verguenza, que apenas he oído hablar de él. Así que hoy nos vamos de excursión a Anento. 
Indicativo al Aguallueve
Lo de ir de visita a ver pueblos me encanta, pero si además lo acompañas con una andadica para conocer sus alrededores, pues mucho mejor, así que me pongo a buscar alguna excursión en Wikiloc. Anento, además de ser bonito, tiene a muy poca distacia su famoso Aguallueve y algo más lejos, el aguallueve de Arguilay. Con todo ello, auguro un día muy gratificante a tan sólo una hora de Zaragoza.
En una mañana bastante gris, dejamos el coche aparcado en el gran parking que tiene el pueblo de Anento. Son las 10 de la mañana y Anento parece un pueblo fantasma donde no hay nadie por la calle. Por suerte el restaurante acaba de abrir y nos permite tomar algo para desperezar nuestro ánimo. Junto a la oficina de turismo hay una placa que indica: Daroca por Báguena. Aquí comenzaremos a andar por el asfalto que en 20 mts se convierte en pista de tierra. Pasamos junto a la balsa Cerrada, que guarda las aguas del Aguallueve y otros manantiales que, canalizados mediante acequias, riegan la huerta colindante. Pronto cambiaremos la vega húmeda y fértil  por campos de cereal. Tras 30' andando llegamos al cruce que lleva hasta la localidad de Báguena. Aquí hay una finca donde los perros advierten con ladridos nuestro paso y nosotros giramos a la izquierda siguiendo la pista en busca del Arguilay. Entre campos de viñas llegamos a la zona de recreo del Arguilay, con merendero, columpios, barbacoa... todo junto a una balsa cercada, a la sombra de chopos cabeceros y pinos. Hasta aquí se podría llegar perfectamente en coche. La pista muere aquí y un sendero se introduce entre espesa vegetación, pasando bajo una pequeña chimenea de hadas, hasta el Arguilay de Báguena (1h desde la salida). Hace tiempo que no llueve y apenas cae agua por el colorido y enmarañado de raices y musgos que cuelgan del paredón rocoso.
Caminando por la pista a Báguena en busca del aguallueve de Arguilay
Llegando a la área recreativa de Arguilay
Aguallueve de Arguilay.
Chimenea de hadas.
Retrocedemos unos metros para buscar un cerrado sendero que cruza el barranco y empezar a subir el primer y único desnivel fuerte de la circular. Vamos subiendo introduciéndonos en el pinar para después girar a la izquierda por unas pequeñas gradas y ganar el escarpe en apenas 15' desde el Arguilay. Estamos sobre lo alto del barranco, con unas vistas privilegiadas sobre éste, y a la vez con los pies en la llanura del campo de Romanos, hasta vemos pasar coches pues la carretera se encuentra muy próxima. Por una senda al borde de los cortados, cruzaremos hacia el Este para pasar por encima del Arguilay y seguiremos a la izquierda haciando el mismo camino que hemos hecho por el fondo del barranco, pero ahora por arriba, junto a los cortados, siempre con cuidado en una sucesión de entrantes y salientes, que se convierten en improvisados "balcones" con unas espectaculares vistas al barranco. Pasaremos por una zona de pinos, para después, por una zona bastante más árida, encaminar nuestros pasos con la mirada puesta ya en el pueblo de Anento que se ve a lo lejos. La senda no está bien indicada.  Algún trazo de pintura, algún que otro mojón... pero se va siguiendo sin demasiada dificultad. En 2h 30' pasaremos junto a una caseta de repetidor para subir de nuevo al altiplano y marchar en busca del Torreón Celtíbero de San Cristobal cuyas ruinas datan del siglo III a. C. Desde aquí hay unas bonitas vistas a Anento. Ahora nos queda bajar, por unos escalones realizados con piedras del lugar, hasta el Aguallueve, un paraje singular donde el agua de manantial fluye entre las rocas formando unas bonitas formas de piedra y musgo. En el lugar hay una pequeña laguna que con la vegetación de sus paredes rebosa naturaleza. Seguiremos la marcha por la margen derecha del pequeño barranco que baja a Anento. Al llegar a un acogedor merendero con fuente, tomamos unas escaleras que suben junto a las paredes de color arcilloso del Castillo de Anento, donde tambíén hay un merendero a la sombra de un pinar. (20' desde el Aguallueve)
Vista del barranco desde su parte superior.
Pasando por encima de aguallueve de Arguilay que se encuentra abajo.
La senda que sube del fondo desde el Aguallueve de Arguilay a la senda de los miradores.
Entrantes y salientes se suceden.
Andando con cuidado
El cielo medio encapotado hacía que la mirada al horizonte fuese diferente.
Al fondo, ya vemos de nuevo Anento.
Torreón Celtíbero de San Cristobal
Vista de Anento desde el torreón.
Bajando por las ecaleras al Aguallueve de Anento.
Pequeña laguna en el Aguallueve de Anento.
El verde es el color que impera en el entorno del Aguallueve.
Escaleras que suben al castillo de Anento.
Pasando junto a las arcillosas montañas del castillo de Anento.
Foso y entrada al castillo de Anento.
Tras disfrutar de las placenteras vistas que ofrece la atalaya del castillo, cogemos unas escaleras que en 5' bajan directamente hasta el pueblo de Anento para perdernos por sus cuidadas calles y bonitas casas. Por la tarde, tuvimos la suerte de que nos enseñasen la iglesia y nos explicaran cada una de las tablas que componen el bien conservado retablo, probablemente el más valioso del gótico aragonés.

Vista desde uno de los salientes de la montaña que hay junto al castillo.
Bajando al pueblo de Anento.
Calle en Anento.
Torre de la iglesia San Blas de Anento.
Belén hace una parada en un banco de las calles de Anento.
Retablo en el altar de la iglesia de Anento.
Para indicaciones muchísimo más pormenorizadas de la ruta en esta web de los senderista de la sierra de Algairén.