viernes, 9 de agosto de 2019

Ibones de Lumiacha y Coanga

7 de Julio de 2019
Por lo general, aquellos con los que vamos a la montaña son gente acostumbrada a disfrutar de los bonitos paisajes que ésta ofrece. Llevan saliendo muchos años y, aunque nos seguimos sorprendiendo con algunas rutas (incluidas las que se repiten varias veces), el entusiasmo no es comparable con el que se desprende de los ojos de una persona poco acostumbrada a estas grandezas.
La portada es para Laura y para el ibón de Coanga. No podía ser de otra manera
"Una cortita, en el Pirineo y que se encuentre cerca, para no tener que estar metidos en el coche mucho rato". La subida a Bachimaña desde el Balneario de Panticosa siempre es un acierto, pero si  subimos por el margen orográfico izquierdo del barranco, pasando por los ibones de Lumiacha y Coanga, dos pequeños ibones poco conocidos pero no por ello menos bellos, y bajamos por la ruta normal, nos sale en una circular de 💯😉. Una excursión a la medida de nuestra amiga Laura que, aunque casi nunca hace montaña, no se lo pensó dos veces cuando le avisamos...👏👏
Encontramos el Balneario de Panticosa abarrotado de coches y furgonetas. Empezamos a andar junto a la Casa de Piedra, por la parte trasera de la central hidroeléctrica, para cruzar el puente y llegar hasta el para-aludes, que cruzamos. La senda va subiendo paralela al tubo de presión para coger el "camino de los machos", pero antes nos desviamos para contemplar desde un mirador el Salto del Pino.
Ya de vuelta al camino, la senda hace diversas lazadas. Hay que estar atentos porque en un llano   debemos dejar el sendero principal que se dirige a los llanos de Bozuelo y coger a la derecha un sendero más difuso que, atendiendo a los hitos, nos deja en los ibones de Lumiacha. Avanzamos un poco más y antes de bajar al siguiente, pues son 2, giramos a la derecha para ganar altura por una pedrera. Oímos algún que otro grito y es que pasamos cerca de unas paredes en las que hay gente escalando. Ahora la senda va subiendo de manera contenida hacia el norte con Lumiacha abajo, mientras nosotros cruzamos por una pequeña brecha que nos descubre enfrente, como si se tratase de un cuadro abstracto, las lazadas de la Cuesta del Fraile, que haremos a la bajada. La senda gira a la derecha, algo colgada, y nos guía hasta el llano del Barranco de Labaza. Haremos una breve parada antes de continuar por el sendero que asciende metiéndose por un pequeño barranco y llegar por fin al Ibón de Coanga. Estamos completamente solos, disfrutando de las bonitas vistas que este lugar nos regala.
Buenas vistas al Garmo Negro en casi todo el itinerario.
Laura y Belén en el salto del Pino.
Belén sonriente, con el balneario a sus espaldas.
Hito marcando el camino.
Ibón de Lumiacha.
Al segundo ibón no llegamos y ganamos altura por la pedrera.
Al sur dejamos el primero que hemos cruzado.
Tomamos altura sobre la laguna que se encuentra más al norte.
Última vista al Balneario.
La Cuesta del Fraile.
Ya vemos el refugio de Bachimaña.
Cuesta y cascada del Fraile.

Giramos en busca del barranco de Labaza.
La senda se encuentra perfectamente marcada.
Llano en el barranco de Labaza. Al fondo, el Garmo Negro.
Si nos fijamos un poco, vemos a gente en la cumbre de este 3000
Una parada antes de llegar al ibón.
El tranquilo y calmado ibón de Coanga, con unas vistas estupendas.
En eso consiste la vida, en sonreir.
Es una pena pero hay que volver. Para ello bajamos un poco la senda por la que hemos llegado al  ibón y en un llano, antes de encarar la senda que baja al barranco de Labaza, cruzamos a nuestra derecha para enseguida avistar el refugio de Bachimaña. La senda desciende de manera brusca hasta el llano que se encuentra al Este del refugio y seguidamente llegamos a él. Aprovechamos para que Laura eche un vistazo rápido al refugio y continuamos la marcha cruzando la presa del embalse de Bachimaña Bajo para conectar con la GR11, que seguimos hacia el sur para bajar por las numerosas lazadas de la Cuesta el Fraile y seguir por el camino habitual hasta el Balnerio de Panticosa.
Empezamos la vuelta.
Bajando al refugio de Bachimaña.
Ya superada la Cuesta del Fraile, cruzamos un paso con sirga, muy fácil, con la roca completamente seca.
Curvas de Valerillo.
Entramos decididamente al barranco de Calderés.
Después de todo, una excursión fácil por unos lugares fantásticos, pero que lleva su tiempo completarla y en la que hay que estar siempre atento.
Foto de los tres en el mirador del Salto del Pino.
Un escabeche salvaje en el balneario para ponerle la guinda salada a la excursión.
Track de la ruta grabada, para que nadie se pierda ni se lo pierda.

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